Las calles de León, repertorio heráldico
Es otro tipo de patrimonio, por lo general invisible para el ciudadano a
fuerza de verlo una y otra vez, pero lleno de sugerencia y datos históricos.
José Antonio Mateos, Celia Ropero y José Luis Díez firman un libro que recopila
y describe los escudos heráldicos leoneses pero que también propone rutas para
contemplarlos
21/08/18
e. gancedo | león
Es curioso que lo llamen «patrimonio oculto» cuando este tipo de huellas
históricas no yacen en ninguna cripta olvidada ni están arrumbadas en ciertos
almacenes municipales: se hallan en plena calle, abiertas a la mirada de todos.
Pero como llevan ahí siglos, camufladas entre las piedras y cantos de las
fachadas más viejas, el viandante se ha acostumbrado a su presencia y las ha
convertido prácticamente en invisibles. Eso sí, aún hay gente que se para
delante de los muchos escudos heráldicos que pueblan las calles de León y los
contempla y fotografía, y hasta que se pregunta qué hidalguía estarán
pregonando con su voz agrietada y su variada panoplia de felinos, aves, bandas,
cruces, árboles y vieiras. Para esos curiosos, y para todos los amantes del
patrimonio leonés que deseen emprender un viaje al pasado embarcados en los
blasones señeros que pautaron el devenir de la ciudad, se ha publicado el
volumen La heráldica en piedra de las calles de León, firmado por José Antonio
Mateos del Riego, José Luis Díez Pascual y Celia Ropero Serrano.
José Antonio Mateos del Riego y Celia Ropero Serrano, dos de los autores
del libro (el tercero es José Luis Díez Pascual).
«Sentíamos la necesidad de que nuestros vecinos conocieran ese que llamamos
el patrimonio oculto leonés, que todos los días vemos pero en el que no
llegamos a fijarnos —explica Celia Ropero en nombre de los tres autores—. Por
eso, por su invisibilidad, nos parecía casi obligatorio ayudar a que todos
podamos conocer mejor nuestro pasado regio, nobiliario y eclesiástico a través
de estos testimonios heráldicos. En cuanto a cómo nos hemos repartido las
labores, ha sido un perfecto trabajo en equipo: documentación, fotografía y
redacción». En cuanto a su estructura, a las diversas partes que lo componen,
Ropero comenta que han optado por ofrecer «un relato sencillo y didáctico de
modo que todo el público pueda acceder bien a su contenido». «Así, la primera
parte es una introducción a la heráldica en general, a continuación hay una
descripción de la nobleza leonesa y, para terminar, los diferentes itinerarios
(siete en total) propuestos para descubrir y contemplar esta heráldica, con
mapas y con la descripción de los escudos que se encuentran en cada calle y
edificio de la capital leonesa», describe.
Los Quiñones, los Lorenzana, los Miranda, los Robles, los Quirós, los
Osorio, los Guzmán, los Flórez... los apellidos del puñado de familias que
durante generaciones administraron, embellecieron, reconstruyeron o rezaron por
el alma de la ciudad son los que están detrás de estos heraldos públicos de poder
y prestigio. Pero, ¿han contabilizado, estos tres investigadores, todos los
escudos heráldicos de la ciudad? ¿Y a cuántos ascienden? «Sí, lo hemos hecho,
teniendo en cuenta que hablamos siempre de los que se encuentran a la vista de
todo el mundo, y no en el interior de monumentos. Están localizados sobre todo
en calles con historia, como son las que atraviesa el Camino de Santiago, y
existen unos 40, entre escudos y labras. Su utilización comenzó en tiempos del
rey Alfonso VII, por lo tanto el león y el castillo del famoso Locus
Apellationis, donde se impartía justicia, fue grabado posteriormente».
Ejemplos de arte y labra
Preguntada por el modo en que han desarrollado la investigación y a qué
fuentes de información principales acudieron, Celia Ropero Serrano aclara que
consultaron «todo tipo de documentos sobre heráldica y nobleza leonesa, pero
también sobre los Austrias, los Borbones, nobiliarios de duques, de condes, de
vizcondes y de hidalgos, eclesiásticos, órdenes militares (entre estos, los
Hospitalarios, los Templarios y los Santiaguistas), leído los libros de Pío
Cimadevilla… y a continuación, cámara en mano, recorrimos las calles de León
para fotografiarlos y documentarlos uno a uno».
Como en toda investigación, hay ‘criaturas’ que sorprenden más al
investigador, que le llaman la atención por su singularidad, antigüedad, estado
de conservación u otro motivo. Para los autores de La heráldica en piedra de
las calles de León, «todos estos elementos tienen algo que sorprende y que
interesa, pero si tenemos que quedarnos con algunos en concreto, escogeríamos
el escudo de los Austrias del antiguo Consistorio de la plaza de San Marcelo,
el de Felipe V ubicado en la iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva, y los
deslocalizados del parador de San Marcos o del Palacio de los Guzmanes, sede de
la Diputación leonesa, por su curiosidad y su ubicación. También es magnífico
?el del marqués de Lorenzana en la calle Serranos, que por cierto se caerá si
nadie lo remedia».
Todos ellos docentes —José Antonio Mateos imparte Biología en el IES García
Bellido, José Luis Díez es el orientador de ese mismo centro, y Celia Ropero
enseña Latín en el IES Eras de Renueva—, también son expertos en divulgar la
historia y patrimonio de León de una forma amena y divulgativa. Mateos, de
hecho, lleva muchos años mostrando todo tipo de curiosidades de historia humana
y natural, en relación con el Camino de Santiago, en unos itinerarios ya muy
populares en la ciudad.
En el capítulo de singularidades, refiere por ejemplo cómo hay algunos
escudos que presentan «cabezas cortadas de moros», en más que probable alusión
a la honra ganada por haber vencido a numerosos enemigos en la Reconquista, y
también alude a los curiosos «pelícanos y las patas de oca que pueden ser símbolo
de la orden de los Templarios». Y si se les pregunta por los motivos más
representados, y a qué familias o casas nobles pertenecen, no lo dudan: «Los
leones de los Lorenzana y los lobos de los Osorio».
La Catedral, San Isidoro, San Marcos, otras iglesias, la muralla, los
restos romanos, el casco viejo, pero, ¿qué pasa con la heráldica, y las casonas
y viejos palacios? «Está claro, en León hay mucho patrimonio, muy interesante,
pero que pocos conocen. Es un patrimonio que está ahí porque, no en vano,
fuimos capital de un reino medieval durante 320 años, hasta 1230. Por tanto,
tuvimos una nobleza que dejó excelentes labras como huellas de su paso por la
historia, como las del vizconde de Quintanilla o las que pueden verse en la
calle El Paso», comenta Celia Ropero. Y añade: «Se puede hacer un interesante
recorrido por la historia de León siguiendo sus escudos, y además de una manera
amena y didáctica». Y es que, de hecho, el libro incluye una serie de rutas que
invitan al lector a salir a la calle para conocer estos pétreos mensajes de
poderío. «Fundamentalmente se trata de seguir el Camino de Santiago en la
ciudad de León, comenzando en la calle de Santa Ana y terminando frente al
Parador de San Marcos, a los que añadimos algún escudo que se encuentra fuera
de este itinerario. Para ello, el libro incluye varios mapas con la descripción
y con la numeración de cada escudo para así poder localizarlos y llegar hasta
donde se encuentran».
El libro está distribuido por Amazon y, de momento, solo puede adquirirse a
través de esta plataforma.